¿Cuál es la mejor temperatura para tomar el vino blanco?
En verano el consumo de vino blanco aumenta debido a que apetece más y es una de las bebidas características del verano. ¿Estás pensando en una copa fresquita en la terracita de tu bar favorito? Te contamos las claves para que esté a la temperatura exacta y poder disfrutar de un vino blanco refrescante.
Los vinos blancos generalmente se suelen servir fríos o muy fríos para suavizar un poco su acidez y de paso su nivel de alcohol, puesto que con el calor estos vinos puede parecer que tienen más alcohol que verdaderamente tienen.
La temperatura de servicio puede variar si se trata de un vino con características frutales o por el contrario uno que sea crianza. El vino blanco suele ser más afrutado y por lo tanto la temperatura de servicio más baja.
Además, los vinos blancos son un buen compañero para las comidas más ligeras, sobre todo porque no pasan por barrica. Según la variedad de uva con la que están hechos y los métodos de elaboración empleados pueden destacar por ser más ácidos o dulces.
El vino blanco suele ser más afrutado y por tanto la temperatura de servicio más baja
La temperatura perfecta para servirlos está entre los 6ºC y los 10ºC, y destacan por sus aromas florales o frutales y es por lo que deben servirse más fríos que los tintos. Los vinos jóvenes se elaboran en el mismo año en el que se recolecta la uva y no pasan por barrica.
Los vinos blancos cada vez cuentan con más adeptos y que se han puesto de moda es una realidad, sobre todo porque son ricos en fruta y flor y tienen una menor graduación alcohólica que los tintos, lo cual los hace más bebibles porque su mayor acidez se transforma en una mayor sensación de frescura en boca. Esto también lo ha convertido en un rival directo de la cerveza.
¿A QUÉ TEMPERATURA DEBE SERVIRSE EL VINO BLANCO?
Pero hablemos de lo que hemos venido a hablar, la temperatura a la que debe servirse el vino blanco. Lo que está claro es que el vino blanco se sirve por lo general en frío. La duda es a qué temperatura exacta se debe servir y esto depende un poco de la época del año y la temperatura ambiente a la que se va a consumir y sobre todo el factor determinante, el gusto de cada uno que por supuesto influirá mucho en esta conclusión.
A grandes rasgos, según el tipo de vino blanco que vayamos a consumir debemos establecer una temperatura distinta. Así mismo, los vinos blancos ricos en fruta y flor pueden servirse muy fríos entre los 4 y 5 ºC.
Desde Bodegas Isidro Milagro os recomendamos cuidar la temperatura de servicio del vino ya que afecta e influye directamente a cómo se perciben los aromas del vino. Con temperaturas que son muy bajas los aromas del vino quedan enmascarados y son más difíciles de percibir también se potencian sabores que puede que no procedan con ese tipo de vino como sabores amargos, salados o agrios, entre otros.
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