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Los corchos y sus tipos

Los corchos en las botellas de vino son una parte fundamental porque se utilizan para sellar la botella de vino evitando que el líquido salga al exterior y se derrame y también para que los factores externos influyan en la composición del propio vino.

Pero no todos los corchos de vino son iguales, ni tampoco se utilizan para sellar los mismos vinos. Cada uno de ellos tiene unas ventajas y unas desventajas, pero todos adecuados para cada tipo de vino. 

 

Gracias al corcho, el vino recibe unas pequeñas cantidades de oxígeno que le permiten evolucionar con el tiempo, una evolución en la botella. Esto se produce a su porosidad y a los pequeños espacios que quedan entre las paredes de la botella y del corcho y que están dados por la lenticelas, que son poros que se hacen en la madera naturalmente.

¿QUÉ TIPOS DE CORCHO HAY?

El más conocido y el que primero se viene a la mente cuando hablamos de corchos es el corcho natural que además es el que más facilita la conservación del vino en botella ya que favorece la microoxigenación. 

Naturales: Este tipo de corcho es 100% natural que se elabora de corteza de alcornoque de segunda o tercera cosecha. La tira de corcho se deja secar y después se sumerge en agua caliente para eliminar los microorganismos y mejorar la elasticidad del producto. Con estos corchos se garantiza un sellado óptimo que es fundamental para la evolución del vino ya que la porosidad de la madera ayuda a oxigenar el vino de manera natural. 

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Microgranulado: Son un tipo de corcho que se fabrican a partir de granulados de corcho generalmente por extrusión. Estos corchos son fuertes y duros. Se fabrican a partir del 60% y 70% de corcho natural y el resto de material es aglutinante. 

Sintéticos: Estos corchos están hechos de distintos tipos de polímeros sintéticos, y de ellos hay diferentes tipos e incluso colores. Se componen de un material que posee cualidades elásticas que le permiten amoldarse sin perder su forma, como lo hace un corcho natural. 

Es utilizado, generalmente, en vinos de consumo inmediato que no necesitan oxigenación. 

Colmatados: Se trata de tapones de corcho natural con poros lenticelas que se rellenan con polvo de corcho y resinas, lo que sirve para que el corcho tenga una mejor apariencia. También ayuda a que su rendimiento sea óptimo. 

Hay tres niveles de colmatado, el primero para vinos de crianza, el segundo para vinos sin crianza y el tercero para vinos jóvenes.

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Entre nuestros vinos podrás encontrar los corchos de vino que hemos explicado anteriormente según el tipo de vino que vayan a sellar. 

Si quieres saber más sobre vino no te pierdas nuestros últimos post del blog.

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