Temperatura ideal para cada vino
¿Sabemos cuál es la temperatura ideal para cada vino? ¿O simplemente nos guiamos por el mito de “el tinto a temperatura ambiente y el blanco muy frío? Lejos de ser un simple capricho y más allá de los gustos, que hay muchos, la temperatura de cada uno de los caldos tiene su porqué.
Es por ello que debemos comenzar a alejar de nuestro pensamiento ciertas imágenes o ideas preconcebidas. En este post vamos a intentar despejar todas vuestras dudas y acercaros un poco más a la realidad, justificando siempre las razones e insistiendo siempre en la importancia de echarle un vistazo a las temperaturas recomendadas por cada bodega y productor.
Sabemos, por la cata de los caldos, que los aromas florales y frutales aparecen mejor a temperaturas más bajas, siendo estos matices más característicos de los blancos. A medida que la temperatura va en aumento, aparece la esencia de matices florales y frutales, pero mucho más maduros, teniendo también mayor presencia los matices alcohólicos. Todo esto nos hace pensar que los blancos se toman a una temperatura más baja, con más perfume y menos cuerpo, y que a medida que aumentamos los grados, vamos consumiendo vinos con más cuerpo y menos perfume.
VINOS BLANCOS
- Entre 6º y 8 º los vinos blancos jóvenes.
- 9º los vinos blancos con más cuerpo.
- Entre 10º y 12º los vinos blancos de crianza.
VINOS ROSADOS
- Entre 5º y 9º dependiendo de la bodega.
TINTOS JÓVENES
- Entre 12º y 14 º los vinos tintos jóvenes ligeros.
- Entre 13º y 15 º los vinos tintos jóvenes con mayor cuerpo.
TINTOS DE CRIANZA Y RESERVA
- Entre 15º y 18º dependiendo del cuerpo del vino y recomendaciones de la bodega.
